miércoles, 23 de enero de 2008

PROYECTO - 0 -


Se ha hecho un silencio blanco en todos los ojos.

Todas las paredes y todos los papeles estallan bajo el peso vacío de cien mil signos, que gritan todas nuestras traiciones, todos nuestros pactos.

Y entonces, justo antes de la náusea, el jefe indio, -so polite- , me invita a bailar un waltz en su tipi.

“Tatoo your I.D.” - me dice, mientras me recuerda cómo me dolía la primera vez, cuando la luz, como una navaja de piedra, grabó mi figura en mi frente de niño.

¿Siempre es así?, quiero decir, siempre beso tu nuca en lugar de tu vientre, tu sombra dura más que tu voz, mis gestos son en el aire lo que intentaban ser en la piel.

Es entonces cuando viene - roja, azul, amarilla -, la tentación del silencio, pecho cálido de mujer que promete más de lo necesario, y sostiene que él es la noche, y el punto final, mendaz como un pecho de mujer, y siempre ligero y distraído.

Y es así que me he prohibido andar, y busco al miedo en el miedo, asombrado de mi propia arrogancia, con toda la fe puesta en el gris, en la exactitud del frío.

Si pudiera recordar mi muerte.

Si pudiera recordar mi rostro.

Bésame, y escupe los dientes. Dame tus ropas y esconde tus sueños.

Escribe, escribe, escribe.

Y bebe en tu cáliz la sangre que no quisimos derramar, la frase que es más larga que los huesos, la invitación que seduce más que la mentira.

18 comentarios:

Caballero ZP dijo...

Curiosa poesía, me imagino que de libre interpretación, cada uno tendrá su propia versión referente a sus vivencias.
Saludos.

Váitovek dijo...

Caballero:

Por supuesto. Me alegra que la hayas leído.

Saludos

El Cerrajero dijo...

Iba a escribir 'El garrafón está haciendo estragos en la juventud' pero, por no pasar por inculto e insensible, diré que 'me ha conmovido el fluir de tu teclado'.

Y ahora voy a dejar que el garrafón me afecte a mí xDDDDDD

Váitovek dijo...

Cerrajero:

Te equivocas.No hay una sóla gota de alcohol.Pero es posible que si te dejas afectar por el garrafón lo veas de otra forma.

Valquiria dijo...

Bonita pero quizás un poco complicada de entender, o eso me parece a mi, puede que no le encuentre el puntito....

Anónimo dijo...

"System failure" dice la foto. (Dhavar, si es una casualidad, miente que si no voy a quedar como una imbécil).

Váitovek dijo...

Mary White:

¿El qué es una casualidad? Discúlpame, pero es que creo que no te entiendo.

Váitovek dijo...

Valquiria:

Sí es oscuro.Pero no soy capaz de hacerlo de otro modo.

Anónimo dijo...

Me explico: mi interpretación es que habla el protagonista de algún tipo de "system failure", y que la foto está escogida con ese lema adrede.

Váitovek dijo...

Mary White:

Así es. El System failure es muy secreto, y descubrirlo y curralo requiere mucho esfuerzo.Afecta a cada uno pero también a una cultura entera.El síntoma es la hipertrofia verbal y la pérdida general de significado.
Pero la causa son las traiciones secretas que se producen en lo más íntimo.
Y de nada vale refugiarse en la mística o el cinismo nihilista.

Anónimo dijo...

Ya. Pero son un alivio.

Anónimo dijo...

Conmovedor poema. Enhorabuena Dhavar. No pretendo interpretarlo. Tan solo escribir lo que me sugiere. Te pido disculpas por adelantado si te disgusta mi osadía.

La realidad y sus tentaciones se disuelven en el silencio que trae la muerte. Pero en vez de reconocerla, atendemos al simulacro de la parálisis, regodeándonos en el miedo de su impostura. ¡Si pudieramos recordar la muerte! Volvemos al tipi, el lugar de la iniciación donde se nos dió la identidad que ahora muere. El indio recuerda el dolor de la navaja de piedra, aquel que nos hizo hombres y donde olvidamos nuestro rostro de niños. Ese dolor de la muerte es el que no recordamos, el mismo que ahora amenaza nuestro rostro de hombre, condenado a morir para poder entrar en el mundo del espírito, donde se nos demanda escribir frases más largas que los huesos. No lo recordamos, pero sabemos que es ineludible sufrirlo, bebiendo la sangre que no quisimos derramar.

Váitovek dijo...

Taliesin:

Mucha gracias.No sé que decirte.Estoy impresionado.Lo has clavado.Yo, las cosas que no sé decir en prosa, con conceptos, las pongo en poemas, es decir, directamente con cosas, imágenes.Por eso me ha impresionado tu comentario.
De todas formas, no pienso que la mente del autor sea la dueña de la interpretación de un texto, ya que toda interpretación es la relación, aquí y ahora, de un texto y alguien.Pero cuando lo escribí, me refería a eso.

saludos muy cordiales

Váitovek dijo...

Mary White:

Touché.Sí que lo son.Pero es que somos - yo al menos- débiles.

Anónimo dijo...

La verdad, es que lo decía por mi ;)

Cada texto, en mi opinión, es esférico, tiene infinitas caras, y desde el punto de vista de quien la mira (el lector), esa es la única interpretación, probablemente porque nos proyectamos. Y lo genial es que son válidas todas, el ser humano también es esférico.

taliesin dijo...

Dhavar,

Dices: "no pienso que la mente del autor sea la dueña de la interpretación de un texto, …"

Yo tiendo a creer que el texto es el dueño del autor y del intérprete.

Dices: "… afecta a cada uno pero también a una cultura entera". Yo también lo creo y es precisamente esto lo que justifica las interpretaciones. Pero las limita también, porque no vale lo que cada individuo proyecte en el texto. Y aunque es inevitable y necesario proyectar en un primer momento, siempre tendremos que buscar en el texto las profundidades de las que emana, que son colectivas para una cultura.

Dices: "El síntoma es la hipertrofia verbal y la pérdida general de significado". Según lo dicho arriba, esta pérdida sería el alejamiento de esas profundidades que compartimos y que nos hace sentir tan aislados y solitarios. Cuando leí tu poema fui tocado emocionalmente por un sentido que estaba aún difuso. Es decir, sentí que el poema era serio, que afectaba a aquel que quisiera comprender y no era un ejercicio narcisista cuyo sentido sería aplicable tan solo al autor.

Querer comprender es renunciar a la "hipertrofia verbal" que asigna significantes establecidos a los eventos. Pero cuando estos eventos emanan del "alma", los significantes se muestran impotentes e incapaces de aprehender los movimientos del espíritu. Entonces solo queda adentrarse en lo desconocido en silencio, poniendo en juego las sensaciones sentidas y las intuiciones que emergen de las oscuras imágenes del alma.


Si me había disculpado por adelantado era por si lo que yo reescribía alejaba más el sentido, acrecentando la confusión verbal y el sentimiento de soledad. Como no fue así, para mí fue reconfortante compartir el sentido de esas imágenes y emociones . Y todo ello sin caer en el misticismo (mal entendido) ni en el nihilismo: ¡es posible comprender!

taliesin dijo...

Cuando digo "es posible comprender", me refiero principalmente a ti, que eres el que accedes a las profundidades; y secundariamente a los que guiados por el texto, accedemos al significado, mediante la interpretación.

Váitovek dijo...

taliesin:

Es cierto que el lenguaje nos configura y nos hace un yo.Pero, al intentar expresar tomamos del lenguaje sin pedirle permiso.De pronto, aparece algo que, viniendo de mas alla del lenguaje, se apropia de éste.

Toda comprensión de un texto es mediación de éste con un yo-aquí-ahora.
Pero eso no significa en absoluto que haya infinitas interpretaciones, como se suele decir.Son limitadas,porque el horizonte de sentido de cada texto empieza y acaba.De otra forma, todos los lenguajes tendrían una sola palabra. Y cuanto más el texto en su mejor posibilidad cae sobre ese yo, mayor es la iluminación experimentada.

Y lo que descubre dolorosamente este texto es que no es en el juego de la palabra a la palabra donde podemos recuperar el sentido.
Lo perdimos por traiciones morales.Revela por tanto que la sede del lenguaje es el arbol del bien y el mal - que es lo que enseña Wittgesntein y en oxford nadie quería escucharlo-.
Por eso hay que huir del lenguaje que finge saber qué es ese silencio del que se separó por un crimen,no por un error sintáctico.
por eso hay que rechazar las frases más largas que los huesos, porque mienten, y hay que atenerse al hueso, que es nuestra herencia,aunque sea dura.

Y sí, también hay que rechazar ese pecho de mujer del nihilismo.se puede y se debe comprender, pero sólo reduciendo a nada la distancia entre cuerpo y palabra, entre actos y dichos, en la vieja ascesis que nosotros, posmodernos, hemos tenido que redescubrir perdiendo nuestros dientes y nuestras falsas esperanzas.

Saludos