miércoles, 9 de enero de 2008

UNAS PALABRAS PARA PETER PAN. ( Leopoldo María Panero. "Así se fundó Carnaby Street".1970)


"No puedo ya ir contigo, Peter. He olvidado volar, y...
Wendy se levantó: él lanzó un grito de dolor

James Matthew Barrie, Peter Pan.

Pero conoceremos otras primaveras, cruzarán el cielo otros nombres -Jane, Margaret-. El desvío en la ruta, la visita a la Isla-Que-No-Existe, está previsto en el itinerario. Cruzarán el cielo otros nombres hasta ser llamados, uno tras otro, por la voz de la señora Darling (el barco pirata naufraga, Campanilla cae al suelo sin un grito, los Niños Extraviados vuelven el rostro a sus esposas o toman sus carteras de piel bajo el brazo, Billy el Tatuado saluda cortésmente, el señor Darling invita a todos ellos a tomar el té a las cinco). Las pieles de animales, el polvo mágico que necesitaba de la complicidad de un pensamiento, es puesto tras de la pizarra, en una habitación para ellos destinada en el n° 14 de una calle de Londres, en una habitación cuya luz ahora nadie enciende. Usted lleva razón, señor Darling, Peter Pan no existe, pero sí Wendy, Jane, Margaret y los Niños Extraviados. No hay nada detrás del espejo, tranquilícese, señor Darling, todo estaba previsto, todos ellos acudirán puntualmente a las cinco, nadie faltará a la mesa. Campanilla necesita a Wendy, las Sirenas a Jane, los Piratas a Margaret. Peter Pan no existe. «Peter Pan, ¿no lo sabías? Mi nombre es Wendy Darling». El río dejó hace tiempo la verde llanura, pero sigue su curso. Conocer el Sur, las Islas, nos ayudará, nos servirá de algo al fin y al cabo, durante el resto de la semana. Wendy, Wendy Darling. Deje ya de retorcerse el bigote, señor Darling, Peter Pan no es más que un nombre, un nombre más para pronunciar a solas, con voz queda, en la habitación a oscuras. Deje ya de retorcerse el bigote, todo quedará en unas lágrimas, en un sollozo apagado por la noche: todo está en orden, tranquilícese, señor Darling.



10 comentarios:

Mary White dijo...

Gracias.

Váitovek dijo...

Un placer, G-wendy Darling? Por qué esa pequeña alteración ortográfica?

Mary White dijo...

Wendy es una cursilada. Disney era un cursi... la Gwen de nuestros días es otra:
Mientras observa su empolvada colección de discos de los Clash y escucha el tictac del cocodrilo que cada vez está más cerca, Wendy,una ex homeless de las calles londinenses rememora la historia que vivió con Peter, el niño rebelde que se negó a crecer porque todo adulto ha matado un niño, al menos uno, y él no quiso ser su propio asesino. Recuerda su paso por una Tierra de Nunca Jamás donde traficaba anfetaminas y fue miembro distinguido de la banda de los Niños Perdidos, también conocidos como los Hijos de Margaret Thatcher.

Caballero ZP dijo...

Gwen que cierto es que todo adulto ha matado un niño, desde luego es mucho mejor la vida en esa etapa, saludos.

Váitovek dijo...

Gwen:

Wendy, del relato de Matthew Barrie, no tiene nada de cursi. Es una niña lúcida, valerosa y leal, quizá el personaje más interesante de la novela.
Supongo que tu relato de la Homeless que vivió con Peter, el traficante de anfetaminas de la banda Hijos de Margaret Thatcher es irónico o auto paródico, porque ese sí que es cursi.
No hay nada más cursi, y además Kitsch de la peor especie, que la afectación de malditismo, y encima de malditismo demodé.

Mary White dijo...

http://elnuevocojo.com/index.php?option=com_content&task=view&id=1038&Itemid=35
El "cursi" que escribió eso se llama Xavier.

Mary White dijo...

el final del link se corta:
com_content&task=view&id=1038&Itemid=35

Váitovek dijo...

Gwen:

Gracias por la aclaración.He ido al link. Sigo pensando lo mismo.Deberíamos hacer como los salvajes, un ritual dolorosísimo para entrar en la vida adulta,y listos.Así, no estaríamos perdidos en esta estúpida Era del Niño.Un niño es una cosa estupenda. Un niño de 30 años es un payaso lamentable.

Mary White dijo...

:)
No eres nada "posmoderno" por lo que veo...

Váitovek dijo...

Gwen:
No.Soy demasiado contradictorio - o quizá estúpido para ser cualquier cosa.Disculpa la coquetería, hoy no estoy nada riguroso.